(SIN EMBARGO | AGENCIA AP| ECONOMIA 29/6/2023)
Ante la amenaza de una posible escasez de litio para las baterías de los automóviles eléctricos, los fabricantes automovilísticos compiten para asegurarse el suministro del llamado “oro blanco”, en una lucha política y ambientalmente tensa que va desde China hasta Nevada y Chile.
General Motors Co. y la empresa matriz de la empresa china BYD Auto Ltd. fueron directamente a la fuente y compraron participaciones en empresas mineras de litio, un paso poco común en una industria que depende de proveedores externos para el cobre y otras materias primas. Otros están invirtiendo en la refinación de litio o en empresas que reciclan el metal blanco plateado recuperado de baterías usadas.
Un déficit en el suministro de litio sería un obstáculo para los planes de los gobiernos y de la industria de redoblar las ventas a decenas de millones de vehículos eléctricos al año, y alimenta el conflicto político por los recursos y las quejas sobre el costo ambiental de extraerlos.
“Ya tenemos ese riesgo” de no poder obtener suficiente, confirmó Paul A. Jacobson, director financiero de GM, durante una conferencia del banco Deutsche Bank a mediados de junio.
“Tenemos que asociarnos con personas que puedan obtener el litio para nosotros en la forma en que lo necesitamos”, agregó Jacobson.
Ford Motor Co. ha firmado contratos que se extienden hasta 11 años en el futuro con proveedores de litio en dos continentes. Volkswagen AG y Honda Motor Co. tratan de reducir su necesidad de mineral recién extraído, formando empresas de reciclaje.
La producción mundial de litio está en camino de triplicarse en esta década, pero las ventas de camionetas SUV eléctricas, autos deportivos y sedanes, que aumentaron un 55 por ciento el año pasado, amenazan con superar esa cifra. Cada batería requiere unos ocho kilogramos (17 libras) de litio, además de cobalto, níquel y otros metales.
“Habrá escasez de suministros de baterías para vehículos eléctricos”, admite Joshua Cobb, analista sénior para la industria automotriz de BMI Research, una firma de análisis macroeconómico y financiero que cubre diferentes industrias y mercados.
Además de la incertidumbre, el litio ha surgido como otro conflicto en las relaciones tensas entre Estados Unidos y China.
Beijing, Washington y otros gobiernos ven el suministro del metal para los vehículos eléctricos como un tema estratégico y están reforzando los controles para garantizar acceso a él. Canadá ordenó el año pasado a tres empresas chinas que vendieran sus activos mineros de litio por motivos de seguridad.
Otros gobiernos, como Indonesia, Chile y Zimbabue, tratan de maximizar los rendimientos en sus depósitos de litio, cobalto y níquel, exigiendo a los mineros que inviertan en refinación y procesamiento antes de que puedan exportar.
GM está garantizando un acceso directo al litio al invertir 650 millones de dólares en el desarrollador canadiense de una mina en Nevada que es la fuente más grande del metal en Estados Unidos. A cambio, GM dice que obtendrá suficiente para un millón de vehículos al año.
Los conservacionistas y los indígenas estadounidenses han solicitado a un tribunal federal que bloquee el desarrollo de la mina en Nevada, que el gobierno del Presidente Biden ha adoptado como parte de su plan de energía limpia. Los opositores dicen que podría envenenar los suministros de agua y el suelo y contaminar las zonas de anidación de las aves.
“Asegurar los metales no debe resultar en un sacrificio para el medio ambiente”, afirmó el grupo estadounidense Natural Resources Defense Council (Consejo de Defensa de los Recursos Naturales), en un informe el año pasado.
La empresa matriz de BYD Auto, el fabricante de baterías BYD Co., ha anunciado más de 5 mil millones de dólares en inversiones en la extracción y refinación de litio en los últimos 18 meses.
La mayoría de los sitios están en China, pero BYD también ha prometido destinar 290 millones de dólares en una planta de procesamiento en Chile, uno de los mayores productores de litio. A cambio, BYD puede comprar litio a los mineros chilenos con descuento.
En casa, BYD anunció el año pasado que invertirá 28,500 millones de yuanes (4.200 millones de dólares) en una empresa para producir 100.000 toneladas de carbonato de litio al año en la ciudad oriental de Yichun.
Otro fabricante de automóviles chino, NIO Inc., compró el año pasado el 12% de la minera australiana de litio Greenwing Resources Ltd. por 12 millones de dólares australianos (8,1 millones de dólares).
A pesar del aumento de la producción, la industria podría enfrentar escasez de litio y cobalto a partir de 2025 si no invierte lo suficiente en la producción, según Leonardo Paoli y Timur Gul de la Agencia Internacional de Energía (AIE).